El ser humano, reconocido como el resultado de la evolución de miles y miles de años, se ha tornado en un ser complejo de entender, pero a la vez la estructura más completa y maravillosa, que a hoy la ciencia le cuesta resolver.
Inicialmente en el primitivismo puro,el ser humano es dotado de los equipamientos necesarios para sobrevivir, posteriormente, el ser se estructura con todas sus esquemas necesarios para la evolución procurándole así la inteligencia, el pensamiento,, el sentimiento, la memoria brindándole al ser un sin número de posibilidades de progresar, pero sin olvidar que ha medida que va evolucionando a través de las diferentes reencarnaciones va grabando en su inconsciente profundo las experiencias que le llevaran a reencontrarse con las realidades vividas en las instancias pretéritas de su existencia; es allí donde el hombre abandona por momentos esas etapas instintivas y se torna racional, hecho que le permite, la comprensión de sus actos.
teniendo en cuenta que según la providencia divina todos los seres somos libres de ELEGIR, es decir que a través del libre albedrío, el ser labra su propio camino asumiendo en el futuro las consecuencias de sus actos. De esta forma el ser esta llamado al abandono de sus bajas tendencias e inclinaciones, aquellas que laceran su espíritu y que compromete a otros... la definición del bien es un poco compleja, son tantas cosas pero podría simplemente citar esta frase del evangelio que nos lleva a la realidad... NO HAGAS A OTRO LO QUE NO TE GUSTARÍA QUE TE HICIERAN A TI, de esta forma podría nuestra vida tener un sentido mas profundo y recrearla con episodios conscientes que nos llevarán al despertar y a la verdad del espíritu.
Como el ser ha acumulado muchas cargas del pasado, deberá volver la mirada a su propio ser, desnudarlo de mascaras y encontrar esa esencia de lo que es y lo que no es, de lo que ha hecho y lo que le falta por construir; esto no es mas que dejar de buscar la libertad fuera de sí, es tan solo saber que la verdad, la fuerza habita en lo profundo de nuestro ser, allí esta el origen de todos nuestros sufrimientos; tal vez sea un poco difícil de entender, pero si sufrimos solo debemos remitirnos a nuestro pasado y allí estará la causa de ese sufrimiento.
El ser en el desarrollo de la inteligencia y dotado de esa chispa divina tiene la capacidad de sanar cada herida física y emocional, solo cuando esté dispuesto a enfrentar la verdad... Recordemos... SOMOS LO QUE PENSAMOS, y es allí donde empiezan las diversas formas de curarnos.
1. pensar en positivo... hacer una asepsia mental y depurar todo aquello que no nos aporta nada positivo a la vida, cada pensamiento negativo lo que hace es contaminar la energía
2. Sanarse.... es también perdonarse, las culpas solo generan grandes disturbios mentales, que impiden dar el siguiente paso
3. Pedir perdón y perdonar, la terapia ejemplar de Jesús que convivió en la paz y en el amor, cada que odias tu cuerpo sufre y tu alma se enferma, perdonar es sanar.
4. Darse también es sanarse, hacer la caridad, dejar el papel de víctimas, alzar la mirada y saber que Dios lo provee todo y que sin duda cuando despiertes a la realidad lo único que encuentres es una gran oportunidad de servir, así se te olvidara el dolor cualquiera que sea, el servicio te transformará.
5. Amar, también es sanarse, ama sin condición raza, ni religión, el amor es el elemento poderoso que transforma el mundo, el amor sana, así que llénate de amor y da mucho amor.
6. olvidarte... también es sanarse, ya no te lamentes más suelta aquello que no fue, olvida el dolor que te causaron.... olvidar es a penas necesario para volver al amor.
7. Aprender también es sanar, edifica tu espíritu y trasforma tus hálitos en algo saludable, el conocimiento es la base de la trasformación.
8. Por último nunca pierdas la sintonía con Dios que es el faro que nos muestra la luz a cada instante, orar, perdonar, amar, servir... en fin aquellas enseñanzas de Jesús aplicadas a nuestras vidas son la mejor medicina para el alma.
( Escrito: Ana Escobar)
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