sábado, 16 de diciembre de 2017

EL ARTE DE SANAR


Fuente de vida e inspiración, energía que traspasa todas las dimensiones, esencia pura donde se condensa un todo...

A menudo, escucho lamentos y quejas que provienen del dolor y la desilusión, tanto descontento, por la vida, cuando se llega al límite de lo que se puede tolerar; la vida es para muchos una encrucijada y para otros un bello encanto, es difícil entender estas grandes diferencias, pero  en realidad se trata de nuestra propia esencia,   somos nosotros los responsables de edificar  y construir el camino.

Cuando el ser humano sufre y padece por diferentes circunstancias, muchas veces se debe a la  poca conexión con su yo verdadero, con  la fuente suprema de la creación   donde está la respuesta a todo lo que nos pasa y a todo lo que deberíamos hacer; aunque suena un poco complicado  se trata de  volver al camino, al origen de la sabiduría universal.

Nada de lo que pase en tu vida es ajeno a ti, cada paso que das lo has determinado con antelación, cada experiencia que vives la has elegido; las respuestas a todo siempre están  dentro y no fuera, lo que pasa afuera son solo las circunstancias que ya hemos creado con nuestras decisiones; Dios nos dio la libertad de actuar, lo que significa que somos responsables absolutos de nuestras decisiones, muchas veces actuamos apresuradamente y esto nos lleva a conflictos inesperadas creando el efecto domino.

La naturaleza es sabia y nos deja un bello ejemplo entre la siembra y la cosecha; somos libres de sembrar  lo que deseemos para nuestra vida, pero tal cual como esa pequeña semilla del sembrador que cuida con esmero, tardará un tiempo  en dar frutos y al final la cosecha será maravillosa;  si  nos empeñamos en vigilar mucho más nuestros pensamientos, palabras y actos, con seguridad podremos pulir muchas cosas    para que la cosecha sea benéfica para nosotros.

El arte de sanar comprende muchos aspectos y tiene de hecho muchas herramientas, pero de una forma sencilla podremos concentrarnos en una  cosa a la vez obteniendo grandes resultados, quietando la carga emocional que nos hunde y que nos limita  en un momento de dolor haciéndonos creer que  todo está mal y que nuestra vida está acabada, cuando  en realidad muchos procesos   que tienen que ver con el dolor físico o el dolor emocional realmente son fuentes grandiosas de liberación de aquello que hemos cargado por mucho tiempo y que al dañarnos internamente, se manifiesta como una oleada de sucesos que nos permiten darnos cuenta   del cambio que debemos emprender para obtener resultados diferentes.

Aunque todo este mal, no puedes seguir vibrando en la derrota y en el pesimismo, creando un caos mental que te abruma cada día, la principal fuente de sanación a nivel físico, emocional y espiritual esta en la forma como piensas, piensa en positivo con pequeñas frases que te aliente y que te permitan recuperar el poder, nuestra mente es poderosa y esta equipada con todo lo necesario para la creación, por lo tanto  cuida tus pensamientos, no te des el lujo de contemplar pensamientos negativos que te quiten la paz y el equilibrio, recuerda que hay una fuente suprema creadora que todo lo pone en equilibrio y cuando piensas  negativamente bloqueas esta energía haciendo que cada proceso  sea más largo. Si puedes interiorizar esta frase estarás bien, tú mente es tu poder todo está en tu interior.

Unido al pensamiento positivo esta el poder de la fe,   no podría explicarlo, es algo grandioso y mágico una vez lo puedes vivir con fe, Dios actúa  en todos los aspectos de la vida; hay cosas que son difíciles de aceptar  que nos parecen injustas, porque solo vivimos del juicio y del ego, una vez se supera está etapa podemos entregarnos con determinación y confianza, obteniendo las más asombrosas  repuestas en nuestra vida; Dios nos lleva por el camino de la fe y la esperanza, cuando creamos en esto nada malo se quedará en nosotros; si aprendes a tener fe, podrás soltar las ataduras del ayer y liberarte como una bella paloma, sin duda el apego es una fuente  determinante de nuestro dolor, el apego, nos conduce la miedo, a la duda, el apego nos lleva a repetir una y otra vez episodios del ayer  que lo único que hacen es debilitar nuestra energía; soltar para sanar, y entrar  en un campo saludable y benéfico de ondas mentales que nos ayudarán a crear condiciones diferentes para cada día.

Parte de los procesos que se  viven desde el dolor  tienen que ver con no poder olvidar y no querer perdonar, el perdón es una puerta grande a la libertad,   el perdón es el regalo más hermoso que nos podemos dar, aunque  parezca difícil podemos perdonar todo lo  malo que nos hagan, o que nos pase, como dice Jesús en el evangelio el perdón es recordar sin dolor y   el  hecho de perdonar no quiere decir que tendrás sentimientos de simpatía o de amor profundo por esa persona, pero si es posible vivir en paz y en armonía, sin detener el tiempo en una agonía innecesaria.

Hace un año viví un episodio muy difícil con mi familia por la pérdida de un hermano quien murió de  forma violenta,  este hecho abrumó fuertemente a toda mi familia, son momentos que no queremos recordar, el dolor de mis hermanos, mi madre tan consternada  y aun así nuestra familia permaneció unida y en paz, con fe y esperanza, claro que sin comprender algo tan difícil  pero aceptando este nuevo suceso sin juzgar ni reclamar a Dios, el día del entierro de mi hermano, la iglesia estaba llena de muchas personas que en mi vida había visto que eran amigos y allegados de mi hermano, ore mucho con tanta fe y dolor obvio, al ver mis hermanos  en tanto dolor me quebrante, y sentía tanta frustración, pero en medio de la oración sentí una fuerza poderosa de mi guía y sentí la necesidad de hablar, decidí pararme delante de todos y  decir unas cuantas palabras lo que me permitió  liberar todo lo que sentía, aún sin fuerzas en la voz salude y con el saludo llegó una energía que solo puede provenir de Dios  y esto fue lo que dije aquel día " gracias a todos los que conozco y a los que no, por estar acompañando a mi hermano;  hoy solo quiero  decirles que el único camino verdadero es el amor, la violencia jamás se podrá combatir con violencia, Jesús nos enseñó el camino del perdón y hoy perdono sin juzgar a las personas que tuvieron que ver con este episodio tan triste para nuestra familia; les agradezco y les  recuerdo el único camino Jesús la verdad y la vida" En este momento sentí que todo ese peso que tenía encima había desaparecido,  me sentía en paz y cada noche dormí con tranquilidad, sumida en las oraciones para mi hermano y mi familia.

Asi que mi invitación para sanar es muy simple y la puedo resumir así

Cultiva pensamientos positivos siempre, eres lo que piensas
practica la fe en lo pequeño y en lo grande, Dios siempre nos sorprende de forma grandiosa
ora   con amor fe y tranquilidad, tendrás siempre el consuelo
perdona, es el mayor regalo que te puedes dar.

Escrito (Ana Escobar)