El apego es el sentimiento más difícil de superar, porque nace de una necesidad, se genera partiendo de la sensación de vacío. Te apegas a alguien porque no quieres estar solo, te apegas a cosas materiales porque te dan seguridad, en fin se alimenta de nuestros miedos y de repente sin darte cuenta te vuelves totalmente dependiente.
Desapegarse es un proceso lento y doloroso, no es nada fácil dejar ir eso que te hace sentir tranquilo, pero es una tranquilidad falsa porque se origina a partir de otros, se sale de tus manos, no tienes el control, simplemente te dejas envolver y pierdes cualquier objetividad.
Pero llega el momento en que debes analizar qué tan sano para ti es eso, aprender a decir adiós, hacer nuevos planes, aprender a reemplazar, mantenerte alejado, aprender a identificar el momento para cada cosa, respetar espacios, en fin aprender a vivir con nosotros mismos sin necesidad de poner en manos de terceros nuestra felicidad.
Una amiga dice que el amor no debe ser sinónimo de propiedad, y es la cosa más cierta del mundo, es un error pensar que por ser importante para alguien este debe estar presente para ti siempre y en todo momento, sin importar nada ni nadie; y esto no aplica solo para las relaciones amorosas, aplica para todo tipo de relación. Así que yo diría que entendiendo esto podríamos deshacernos más fácil del apego, porque de manera directa entenderíamos la importancia de la individualidad, y por consiguiente que nadie puede llenar lo que solo tú puedes hacer.
Aprender a dejar ir (cosas, personas y demás) definitivamente es un proceso doloroso, pero totalmente liberador.
Desapegarse es un proceso lento y doloroso, no es nada fácil dejar ir eso que te hace sentir tranquilo, pero es una tranquilidad falsa porque se origina a partir de otros, se sale de tus manos, no tienes el control, simplemente te dejas envolver y pierdes cualquier objetividad.
Pero llega el momento en que debes analizar qué tan sano para ti es eso, aprender a decir adiós, hacer nuevos planes, aprender a reemplazar, mantenerte alejado, aprender a identificar el momento para cada cosa, respetar espacios, en fin aprender a vivir con nosotros mismos sin necesidad de poner en manos de terceros nuestra felicidad.
Una amiga dice que el amor no debe ser sinónimo de propiedad, y es la cosa más cierta del mundo, es un error pensar que por ser importante para alguien este debe estar presente para ti siempre y en todo momento, sin importar nada ni nadie; y esto no aplica solo para las relaciones amorosas, aplica para todo tipo de relación. Así que yo diría que entendiendo esto podríamos deshacernos más fácil del apego, porque de manera directa entenderíamos la importancia de la individualidad, y por consiguiente que nadie puede llenar lo que solo tú puedes hacer.
Aprender a dejar ir (cosas, personas y demás) definitivamente es un proceso doloroso, pero totalmente liberador.
(Escrito: S.J loaiza)
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