Sea
feliz
Piense
en un lugar donde su paz, su felicidad, su salud y su equilibrio puedan
ser satisfechos, independientemente de
condiciones externas. Piense que eso es posible, sin tener que salir de donde
está. Eso es un sueño. Pero, un sueño posible es realizable. Su realización
depende de como usted piensa, siente y percibe las cosas a su alrededor. La
realidad que su vida es hoy, fue creada por usted. Usted se impuso a aceptar la
vida de esta forma que vive. Usted mismo cree que el mundo sea así. Es verdad
que usted posee límites y dificultades, pero un cambio es posible y usted podrá
hacerlo.
No
pierda la oportunidad de llevar adelante su proyecto personal de ser feliz.
Claro
es que usted ya pensó que tiene derecho a la felicidad y que ésta le haría
mucho bien. A veces usted mismo se pregunta porqué ella no llega a su vida, ya
que otras personas, a las cuales considera que tienen mucho, reciben todavía
más. Alguna de ellas incluso cree que no lo merecen. Su lógica ha hecho que no
entienda bien cuales son los criterios de la Vida hacia usted. Tal vez el
problema sea de enfoque y de límites que uno mismo se ha impuesto. Es lógico
que tenga derecho. Lo que ocurre es que tan solo no ha sabido como conseguir
hacer prevalecer ese derecho. Todos saben que la felicidad es un estado de
espíritu, pero, como instalarlo internamente es lo que ha sido el gran
problema.
Las
recetas para ello son muchas y ciertamente eficaces, aunque cada persona merece
una receta propia, una estrategia y un recorrido propio. La suya, tal vez
nadie, ni usted mismo la haya descubierto. Su receta. es suya y ese es su
desafío. Descubrir, entre aquellas que más le agradan, cual es la que, después
de adaptada, le servirá como guía, es con lo que debe preocuparse.
Es
importante, y nunca se olvide esto: Jamás debe culparse. No deje que el
complejo de culpa se instale en usted. Es lógico que, aunque no deba sentirse
culpable, acarreará con las consecuencias de sus actos. Considere que su gran
equívoco ha sido la propia ignorancia, es decir, que no es feliz porque todavía
no sabe realmente como funcionan las cosas en la Vida. Las reglas que ha
seguido no le han garantizado el éxito deseado. Es necesario conocer las
‘reglas de la Vida’ y cómo funcionan en su caso, pues, aunque sean las mismas
para todos, ellas se flexibilizan de acuerdo con el nivel de
evolución
de cada uno.
La
vida no posee reglas ni normas rígidas, aunque el Universo tenga sus propias
leyes. Nosotros creamos reglas con el fin de educar la libertad que Dios nos
otorgó. Somos seres libres, naturalmente, pero, gradualmente nos condicionamos
a determinados límites con el objetivo de entendernos a nosotros mismos. Con la
evolución espiritual, poco a poco retiramos las cadenas que adoptamos a lo
largo de la Vida.
Por
lo tanto, no se sienta culpable, sino solamente alguien ignorante que busca
aprender lo que antes no sabía. La culpa mancha su felicidad y la conciencia de
su propia ignorancia es el comienzo de su ventura. Saber ‘leer’ las señales que
la vida le ha dado es fundamental. Busque siempre interpretar el simbolismo
contenido en cada acontecimiento que le afecta. Procure preguntarse lo que la
vida le quiere enseñar, cuando le ocurre algo que escapa a su control y aquello
que considera plenamente explicable. Una explicación plausible, que revele el
sentido de la ocasión vivida, puede ser el remedio para nuestra angustia.
Recuerde
también que la felicidad no es apenas donarse, sino también enseñar a hacer, a
realizar, a conocer, a ayudar a que el semejante crea en sí mismo. Además de
eso, debe: hacerse, realizarse, conocerse, invertir y creer en usted mismo.
Libro
Felicidad Sin culpa
Adenáuer
Novaes
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