domingo, 17 de junio de 2012


Sea feliz

Piense en un lugar donde su paz, su felicidad, su salud y su equilibrio puedan ser  satisfechos, independientemente de condiciones externas. Piense que eso es posible, sin tener que salir de donde está. Eso es un sueño. Pero, un sueño posible es realizable. Su realización depende de como usted piensa, siente y percibe las cosas a su alrededor. La realidad que su vida es hoy, fue creada por usted. Usted se impuso a aceptar la vida de esta forma que vive. Usted mismo cree que el mundo sea así. Es verdad que usted posee límites y dificultades, pero un cambio es posible y usted podrá hacerlo.  

No pierda la oportunidad de llevar adelante su proyecto personal de ser feliz.

Claro es que usted ya pensó que tiene derecho a la felicidad y que ésta le haría mucho bien. A veces usted mismo se pregunta porqué ella no llega a su vida, ya que otras personas, a las cuales considera que tienen mucho, reciben todavía más. Alguna de ellas incluso cree que no lo merecen. Su lógica ha hecho que no entienda bien cuales son los criterios de la Vida hacia usted. Tal vez el problema sea de enfoque y de límites que uno mismo se ha impuesto. Es lógico que tenga derecho. Lo que ocurre es que tan solo no ha sabido como conseguir hacer prevalecer ese derecho. Todos saben que la felicidad es un estado de espíritu, pero, como instalarlo internamente es lo que ha sido el gran problema.

Las recetas para ello son muchas y ciertamente eficaces, aunque cada persona merece una receta propia, una estrategia y un recorrido propio. La suya, tal vez nadie, ni usted mismo la haya descubierto. Su receta. es suya y ese es su desafío. Descubrir, entre aquellas que más le agradan, cual es la que, después de adaptada, le servirá como guía, es con lo que debe preocuparse.

Es importante, y nunca se olvide esto: Jamás debe culparse. No deje que el complejo de culpa se instale en usted. Es lógico que, aunque no deba sentirse culpable, acarreará con las consecuencias de sus actos. Considere que su gran equívoco ha sido la propia ignorancia, es decir, que no es feliz porque todavía no sabe realmente como funcionan las cosas en la Vida. Las reglas que ha seguido no le han garantizado el éxito deseado. Es necesario conocer las ‘reglas de la Vida’ y cómo funcionan en su caso, pues, aunque sean las mismas para todos, ellas se flexibilizan de acuerdo con el nivel de

evolución de cada uno.

La vida no posee reglas ni normas rígidas, aunque el Universo tenga sus propias leyes. Nosotros creamos reglas con el fin de educar la libertad que Dios nos otorgó. Somos seres libres, naturalmente, pero, gradualmente nos condicionamos a determinados límites con el objetivo de entendernos a nosotros mismos. Con la evolución espiritual, poco a poco retiramos las cadenas que adoptamos a lo largo de la Vida.

Por lo tanto, no se sienta culpable, sino solamente alguien ignorante que busca aprender lo que antes no sabía. La culpa mancha su felicidad y la conciencia de su propia ignorancia es el comienzo de su ventura. Saber ‘leer’ las señales que la vida le ha dado es fundamental. Busque siempre interpretar el simbolismo contenido en cada acontecimiento que le afecta. Procure preguntarse lo que la vida le quiere enseñar, cuando le ocurre algo que escapa a su control y aquello que considera plenamente explicable. Una explicación plausible, que revele el sentido de la ocasión vivida, puede ser el remedio para nuestra angustia.

Recuerde también que la felicidad no es apenas donarse, sino también enseñar a hacer, a realizar, a conocer, a ayudar a que el semejante crea en sí mismo. Además de eso, debe: hacerse, realizarse, conocerse, invertir y creer en usted mismo.

Libro Felicidad Sin culpa

Adenáuer Novaes


No hay comentarios:

Publicar un comentario