Se apaga una Luz ... y se encienden miles
somos simples peregrinos que transitan por un instante en la tierra,
quedaran atrás todas la huellas que se han tatuadoo
en la profundidad del alma
Cuando el alba sale a nuestro encuentro,
nuestras almas vuelven a la realidad,
al despertar de la danza de lo sueños
dejándose llevar por este momento de paz,
solo es allí donde el alma abarca las grandes dimensiones
de la vida espiritual, y un día por ventura en el crepúsculo de la vida
llevarán dentro de sí el lirio suave que acaricia los campos
y que engalanan las praderas, donde se expelen los mas ricos perfumes,
y así al encuentro saldrán las rosas y las auroras
que reparten algo de sí,
con la sencillez que asombran a los sabios
al permitir plasmar en un canto y un solo trozo de poesía
su más bella grandeza,
vamos y volvemos, recorremos este camino cuantas veces
lo necesitemos, pero nunca faltara la gracia de Dios
y el perfume de una flor.
( Ecrito: Ana Escobar)